domingo, 2 de mayo de 2010

AMENAZA CONTRA LA AUTONOMÍA UNIVERSITARIA



Así como los estudiantes de Medicina padecen los síntomas de las enfermedades que estudian, sufre quebrantos la casi totalidad de los alumnos de Letras. Aqueja la colitis a los lectores de Teun van Djik. El apellido de Hjmslev da hipo. La somnolencia agobia al que hojea a Camus. Se corre la voz de que Proust propicia rinitis. Julia Kristeva induce síndrome premenstrual incluso en los varones. Corre la voz de que Ferdinand de Saussure da jaqueca. Robert Musil contagia sabañón. No hablemos de Kafka. El infeliz obligado a estudiar Glosemática ya no sabe ni lo que siente. Hay quien se deconstruye y quien sufre de sintagma, que es algo parecido al uñero. Ciertos profesores agravan el mal incoado por los autores que explican. La problemática ha sido confirmada con la verificación de que quien toca a Derrida se vuelve hipocondríaco. En su mayoría prefieren parecer enfermos con la esperanza de que los mimen. Algún escéptico apunta que basta que un autor resulte interesante para ser proscrito del pensum. Nietzsche y Dostoievsky curan todo, por eso nunca los estudian. No hay síntoma que resista una página de Colette o de Huidobro, lástima que ningún profesor los nombra. Lautreamont sana de todo salvo del suicidio. Para evitar la intervención del Ministerio de Sanidad, la Facultad de Medicina tiende el cordón sanitario. A pesar de que a los autores nacionales tampoco se los estudia, el laboratorio de Medicina Tropical elabora una lista de quienes contagian y quienes curan hasta las enfermedades que no se tiene. El gremio se alarma e interpone recurso de amparo ante el Tribunal Supremo de Justicia para prohibir la difusión de la lista, alegando que contiene miles de nombres de infecciosos y no más de doce curativos. Como los primeros tienen más poder y más dinero sus presiones prevalecen. Apenas trasciende que una página de Alfredo Armas Alfonzo sana de todo, hasta de la Escuela de Letras.

LAS ARTES DEL SIGLO XXI
Cada tecnología crea su arte si bien su gestación produce monstruos. D. Daloz acaba de lanzar la primera novela propiamente informática. En la oración inicial, donde se postula que Ted Seo salió a la calle, al cliquear sobre Ted se abre una página que cuenta su biografía, con enlaces que remiten a su nacimiento, su crisis de adolescencia, su timidez, su frustrado enamoramiento con Adriana. Si a estas alturas el lector prefiere cliquear sobre Adriana, abrirá otras páginas con información sobre su nariz, sus ojos, sus senos, su primera menstruación, su agorafobia. Como cada remisión remite a otras, puede el lector elegir su vía personal en el inconcluso laberinto de cada ser. Algunos enlaces envían a temas generales, como Tebas o Parroquia de Catia o Campeonato de Beisbol del Caribe. Desde algunos podemos retomar el hilo que nos reconduzca a Adriana, desde otros no hay ya regreso posible. En cada oración nos acechan sirenas que al ser seleccionadas conducen a páginas con música que nos distraerán infinitamente. La crítica corrosiva objeta que el acto de novelar es imposible pues todo ser remite al infinito y el infinito envía a cada ser, de manera que sólo un sistemático empobrecimiento nos permite conservar el hilo narrativo. Algunos lectores llevan ya perdidos meses o quizá años en el intento de totalizar los infinitos enlaces que Adriana propicia o tolera. Algún místico sostiene que el conjunto de ellos es la totalidad, concepto que sería abarcable de no ser inabarcable. En la proliferante humanidad hay cada vez más seres unidos a la red; tarde o temprano darán con Adriana; temprano o tarde se perderán en los nudos de su malla, hasta que la narrativa o la humanidad consistan en el tumulto de todas las mentes del mundo perdidas en un dédalo inextricable .

DECLARACIONES
El pueblo toma los medios e impide que sigan transmitiendo propaganda. Sólo para mensajes trascendentes quedan disponibles y así en primera plana detona el titular YAYO AMA A REBECA. Mucho varón queda paralizado al ver en todas las pantallas CAROLINA TE AMA DÁTE CUENTA TONTO. Ya no hay radio AM sino AMA y los creativos en las publicidades en lugar de cuñas fraguan declaraciones. Sólo se escriben novelas de amor y la gente no se ocupa más que en mimarse. Alguna guerrera muere empalagada. Extraño resulta ver tantos seres suspendidos a la espera de la respuesta que puede ser un beso o bofetón o un disparo, pero liberados de la peor pena del alma que es el silencio. Así no se puede trabajar. Sólo ser feliz.

EL DORMILÓN
Sueña desde que tiene conciencia o quizá desde antes de la conciencia. Algunos de sus ensueños han sido tan vívidos que no sabe si fueron reales, algunas de sus realidades fueron tan borrosas que no recuerda si fueron soñadas. Mientras duerme es joven y todos los que conoció alguna vez conservan su edad, aun muertos. Sólo despierta cuando tiene conciencia de que una situación es absurda, pero no despierta casi nunca, lo que quiere decir que basta que el absurdo se expanda para ser aceptado. No ha encontrado ningún sistema infalible para interpretar ni sueños ni vida. Doblemente asombroso si se considera que en estas representaciones nocturnas es dramaturgo, escenógrafo, decorador, director, actor, público. Todo es como no es y él sigue siendo el mismo. Los sueños son el transitorio alivio contra el propio ser. Se hunde en ellos como ansioso de la sorpresa y la regeneración del mundo que no ha logrado en la realidad, si es que la realidad existe. A veces un mismo sueño continúa durante noches seguidas, apenas modificándose o evolucionando. Los peores son los que quedan en un punto muerto del cual no se sale, al cual siempre se vuelve. Ése es el punto que ha alcanzado. Cada vez abre menos los ojos, prefiere las visiones que la oscuridad les siembra. Ya por soñar dejó de vivir su vida, quizá ahora evitará morir su muerte. Entre una y otra ensoñación espera el único fin leve, el que llega entre sueños y quizá se confunde con ellos.



PD: Avanza la preproducción de LA PLANTA INSOLENTE: UN HOMBRE CONTRA SEIS IMPERIOS. El rodaje arrancará en cuanto se materialicen los indispensables apoyos.

Iluistración: Jean Giraud.


Versión de este blog en francés, gracias a la inestimable cortesía de Roman Vallee:

http://luisbrittogarcia-fr.blogspot.com

Bibliografía del autor: http://luisbritto.blogspot.com